Las mil y pico letras

LAS MIL Y PICO LETRAS. PARTE 5

Llegamos al destino, lo sé porque por fin paró de darme empujones y oí como giraba la llave en una cerradura y como se cerraba la parte tras de mí. Poco después, me quitó la venda y desapareció dejándome encerrada en aquel lugar, el cual parecía tratarse de una cabaña de un guardabosques abandonada puesto que no se encontraba en muy buenas condiciones. Pasaron las horas y aquel hombre no volvía, por lo cual decidí un plan de huida.

CONTINUARÁ...