miércoles, 11 de marzo de 2015

Las mil y pico letras

LAS MIL Y PICO LETRAS. PARTE FINAL

Pasé largo rato intentando escapar, buscando una ventana o una puerta abierta, una tabla de madera vieja que pudiera romperse para poder salir y escapar, pero no conseguí nada. De repente, me sobresaltó, una mano tocándome el hombro y me sobresalté. Al girarme, pude ver a una joven que tendría unos años menos que yo en pésimas condiciones, por lo que creía debía llevar mucho tiempo allí. Entre las dos, intentamos escapar pero fracasamos, puesto que cuando casi lo habíamos conseguido el hombre volvió.
En el momento en que vio nuestras intenciones montó en cólera y sacó de su bolso trasero del pantalón un revólver del calibre 32 y nos disparó.
Miré al frente, vi al hombre huir y como mi libertad y mi vida desparecía poco a poco sin que nadie jamás supiera lo que allí había ocurrido ni donde me encontraba.
Miré a mi derecha y en un último soplo de vida, agarre la mano a mi compañera de cautiverio, nos dimos fuerzas y vimos como nuestra vista se nublaba cada vez más, hasta acabar en una negrura infinita.

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